lunes, 17 de septiembre de 2012

Juguetes para adultos.


Y no, no me refiero a consoladores, huevos masturbatorios o demás juguetes de ese estilo… Me refiero a juguetes en el sentido tradicional de la palabra; muñequitos con los que jugar a recrear batallas entre dos bandos enfrentados, y blablabla…

Pero si tengo claro que son juguetes… ¿Por qué especifico “para adultos”? Tal vez con algunas fotos de los juguetes en cuestión me entendáis… Vayamos por algo actual, figuras articuladas de acción de la nueva película de Batman.



No, no son fotogramas de la peli. Son muñecos. Es una barbie bien hecha. ¿Más ejemplos? Pasemos a los muñecos de GIJoe de Sideshow…



El típico juguete años 50-60, creo. Un madelman de los de antes. Grande, articulado, con opciones… Bien hecho, en definitiva.

¿Ejemplos más cercanos para mis lectores habituales? Tenemos a Rodimus Prime/Hot Rod masterpiece. Un solo juguete, que se transforma en las dos versiones del personaje protagonista de la película de Transformers (la del 86). O al Optimus Prime (versión Leader) de la 2ª película de Michael Bay… Obras de ingeniería en formato juguete.

Y estos son casos extremos, pero es que también tenemos… Coches de Hot Wheels (el ecto1, el batmovil, KITT…), a las féminas más famosas de DC versión Polly Pocket (exclusivas de la SDCC de este año), las diferentes versiones de los héroes Marvel/DC que van saliendo habitualmente…

Juguetes para adultos.

Juguetes en su concepto y realización, pero con unos acabados que no pueden permitirse los juguetes para críos. Y con un precio para adultos, también (pocas cosas bajan de los 100$). ¿Qué son, en realidad? Para mí, no son juguetes. Son adornos. Estatuas articuladas. Elementos decorativos para el hogar de una determinada parte de la población mundial. Piezas de coleccionista, en su mayoría.

Lo que me lleva a la siguiente parte de esta entrada. ¿Por qué existen estas piezas? Obviamente, porque se venden. ¿Y por qué se venden? Pues estoy convencido que se venden porque muchos de mi generación no hemos terminado de “crecer”, en el sentido que se le daba hace 50 años al término. Hemos crecido, hemos estudiado, tenemos trabajo, pareja e incluso hijos… pero seguimos viendo series de dibujos animados. Seguimos comprando cómics. Y, ahora que podemos, nos compramos aquellos juguetes que nuestros padres no pudieron/no quisieron comprarnos. Y camisetas sobre los personajes que nos gustan. Y estatuas. Y las películas que hacen para nosotros. Y juguetes que en realidad no son juguetes, pero que están hechos como si lo fueran.

Porque seamos sinceros… Si alguien se gasta lo que piden por el nuevo batmovil (500$ O_o) no es para dárselo a su hijo para que juegue con él y lo destroce. No. Es para ponerlo en su vitrina, y cada tanto abrirla, cambiarlo de pose, hacerle empuñar otro arma, o cambiarle la cabeza, o…

Yo hago algo parecido con los Transformers, aunque yo me limito a comprarme los que sí que tienen precio de juguete :P Y ahora que ando mirando como adornar el piso, tengo claro que no vamos a poner figuritas de porcelana en los muebles. Que no tendremos africanas estilizadas, cuernos, niños y niñas jugando… En mi comedor vamos a tener a Optimus Prime, Conan en su trono, la SD de Vane, o sus Monster High… Juguetes para adultos, en definitiva. Y el Delorean en la puerta, al lado de las llaves. Porque para viajar en el tiempo algunos necesitamos poca cosa… ;)

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