lunes, 5 de diciembre de 2011

Pulp Fiction



En esta entrada quiero hacer algo que no suelo hacer para escribir las entradas: documentarme :_D

Pero, primero, vamos con la introducción…

La mayoría de gente que me conoce sabe que me gusta leer. Y mucho. La mayoría sabe que mis géneros favoritos son la Fantasía Épica y la Ciencia Ficción. Desde space operas a búsquedas del tesoro custodiadas por dragones. Sagas espaciales con malvadas razas alienígenas, o héroes buscando una espada legendaria… De Star Wars al Señor de los Anillos, pasando por todo el espectro: Fundación, Dragonlance, Terramar o el cyberpunk…

Pero lo que no sabe mucha gente es que me encanta el Pulp. ¿Qué es el pulp, os estaréis preguntando algunos de vosotros? Según la omnisciente wikipedia:

"Pulp" es la denominación popular estadounidense que se daba a cierto tipo de revistas populares especializadas en el relato y la historieta. Dichas revistas (Weird Tales, Amazing Stories y Black Mask fueron las más famosas) surgieron al finalizar el primer tercio del siglo XX. Se nutrían de historias policiales, o "de detectives" (suspense y thrillers), de ciencia ficción y fantasía, en especial la llamada "Espada y Brujería". Importantes autores del género macabro como H. P. Lovecraft, Robert Bloch, Clark Ashton Smith, Robert E. Howard, L. Ron Hubbard, entre otros, dieron sus primeros pasos en este tipo de revistas.

Debido a su bajo coste estas ediciones se hacían en papel "pulpa", papel rústico y amarillento que denota su origen como pulpa de celulosa (en español se llama "rústica") que hoy en día se sigue viendo en las ediciones de tapa blanda, o en pasquines de poca circulación y bajo precio.

En todo caso, las revistas pulp no sólo dieron a conocer a muchos de los más famosos escritores de géneros como el terror, la ciencia ficción, la fantasía heroica y la novela policíaca, sino que también fue el primer lugar de publicación de personajes literarios muy famosos. Era común que las revistas pulp utilizaran historias "seriales" es decir, series literarias que relatan las aventuras continuadas de un mismo personaje.”

Así que, en realidad, el pulp no es un único género, aunque sus personajes recurrentes tienen una serie de elementos en común. Entre otros: héroes muy heroicos, mujeres bellísimas, grandes peligros, aventuras sin fin…

¿Qué, esto os suena de algo? Tal vez si os comento algunos de los personajes que nacieron en aquella época y que, hoy día, son de público conocimiento, os sorprenda…

Así, a bote pronto, tenemos a Tarzán, rey de la Jungla. Un lord inglés criado por una gorila. Un hombre que creció entre gorilas, llegando a ser su líder (y para hacer eso, tienes que derrotar al antiguo líder en combate). Un caballero que aprendió a leer él solo, gracias a los libros de su padre. Que se afeita porque un hombre va afeitado, mientras que los monos tienen pelo. Que ha sido agente secreto del Gobierno francés, rey de una tribu africana y vete a saber que más.

Seguimos. ¿Conan, el cimmerio? ¿Os suena ese nombre? Antes de que Suache lo “interpretara”, antes de los cómics, muuucho antes de todas las novelas que completaban su vida, Conan nacía en las páginas de una revista pulp. El bárbaro que conquista la civilización, gracias a sus instintos. Se hizo rey por méritos propios, pero antes fue ladrón, pirata, soldado… Se enfrentó a numerosos peligros y sobrevivió a todos. Hoy en día, es el arquetipo del bárbaro semidesnudo, famoso por las ilustraciones de Frazzeta…

Hay más, hay más… Doc Savage, The Shadow, Buck Rogers, Jonh Carter de Marte, la saga de Pellucidar, Kull, Solomon Kane… Diferentes épocas, diferentes héroes, pero en realidad todos podrían ser las diferentes manifestaciones de un único personaje. Representan todo lo bueno que hay en los hombres (y, por la época en que estaban escritos, mucho me temo que me refiero sólo a los portadores de un cromosoma Y). Valor, arrojo, confianza ciega en sus posibilidades, luchadores de la justicia, pendencieros…

Pero estos fueron, sólo, los americanos. Aquí en España, en la época de la postguerra, surgieron también una serie de novelas que podemos considerar pulp (incluso por el tipo de papel). Novelas pequeñas, de “a duro” creo que las llamaban. Héroes de western (¿cómo olvidar a los “gigantes” de 6 pies y algo de ML Estefanía?), ciencia ficción e, incluso, héroes de las Artes Marciales. Todavía hoy en día se pueden encontrar en los mercadillos puestos para intercambiar estas novelas. Y todavía sigo leyéndolas, igual que cuando era crío…

Y es que la mayoría de historias pulp tienen “algo”. Tal vez no sean obras maestras de la literatura universal, pero cumplen con su cometido: entretener y hacerte olvidar, por un momento, la realidad para transportarte a otros mundos y lugares. Hacerte viajar, con el poder de la mente, a Hyboria, Marte o al Far West americano. Enfrentarte a los malvados con tus puños, sabiendo que ganarás porque tu causa es justa. Rescatar a la bella damisela en peligro. Y cabalgar hacia el ocaso sabiendo que mañana tendrás otra aventura esperando… 

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